Un bien que no podemos ni imaginar
La música es un lenguaje humano cuya codificación va más allá de lo racional y de lo consciente. Por eso nos sorprende. Esta sorpresa es parte de su atracción; y la sopresa se produce incluso con las canciones que conocemos. Cada canción actua en nosotros con la misma efectividad que la primera vez que la escuchamos. El misterio tiene que ver con aquella parte de nuestro ser que recibe los impulsos eléctricos generados en las neuronas a causa de los cambios de presión cíclicos en la atmosfera que nos rodea; esa parte de nuestro ser que está a la vez en comunicación con la materia y con la mente. La música es una vía de acercamiento a lo más profundo de nuestro ser; como si lo que realmente somos, por unos breves instantes, subiera de las profundidades donde se esconde y se manifestara. La gente que se esfuerza en codificar esta esencia, en construir la alegría, en convertir lo cotidiano en magia, nos hacen un bien que no podemos ni imaginar. (Recomiendo leer a Susanne...