El dolor escondido
El mundo que nos rodea, con sus luces, neones, prisas, glamour, productividad, eficacia, poder, índices de calidad, normas homologadas, certificaciones europeas; esconde mucho dolor. El dolor suele ser invisible y no angustia a quien no lo padece; la eliminación del dolor no siempre es rentable, no siempre produce ganancias, y a menudo implica gastos. Por eso el sufrimiento no se combate, y según como, hasta se alaba, y se considera camino de santificación. Pero el sufrimiento de tantas personas por puro azar de nacimiento es el sufrimiento de Dios y su eliminación es la razón de ser de toda persona buena.