Tú que puedes, vuélvete!
Esta fue la canción que me explicaste que cantabas en una residencia de ancianos para hacerles felices. Una preciosa canción.
Hoy le he dicho unas frescas a uno a quien tú se las decías. Y va por ti!
Adios amigo!
Qué diferentes que éramos! Qué diferentes eran nuestras ideas y creencias! Y cuanto nos respetábamos! Lo último que me escribiste hace sólo dos días fue: "Te llevo muy adentro". Estoy sin palabras. Muchos te echaremos de menos. Ya nada será igual. Cuanto desearía encontrarme un día con Sanyi, con Tomae, con Stone, con Petalos de Rosa, con Guiri... Y hablar de ti y pensar en ti. Tu blog se ha quedado mudo. Tengo ganas de llorar, pero a la vez me siento bien por ti, porque siento que estás bien. Tenía la intención secreta de venir a Galicia, presentarme y saludarte. Tendrá que ser en el cielo. Una vez tocamos juntos en Roma; volveremos a tocar y a hacer música juntos. Ójala esto que escribo lo puedan leer tus asiduos del blog. Un abrazo inmenso Suso!
Eres un buen barullano Prisci,
ResponderEliminarEn el próximo post nos cuentas lo de las frescas.
Un abrazo
Bonito tema, y , sí, queremos saber lo de las frescas, por favor
ResponderEliminarr
Buenas! No es nada. O puede que sea mucho.
ResponderEliminarEl caso es que me dio por escuchar la última de las tertulias de un canal de YouTube antiOD que no solían gustar demasiado a Suso, y comprendí a Suso mejor que nunca. El tono, el alma, lo que dirige tales debates, o almenos el que escuché, fue el acoso y derribo de "todo".
Y yo soy el primero que condeno la coacción, porque en su día la sufrí; y condeno las injusticias, y la corrupción económica. Y me he manifestado contrario a muchas de las ideas y de las formas de actuar del O.D.; pero a mi modesto entender el camino correcto no es demonizarlo, porque que exista el mal no significa que todo esté mal.
Se atacó a Javier Echebarría por esconder el presunto suicidio de su padre. A parte de no conocer con seguridad la veracidad de tal rumor, no se tiene en cuenta que un hijo tiene el derecho de cubrir la desnudez de su padre cuando éste está borracho, y si no, que se lo pregunten a Noe (metáfora). No es honesto ni elegante utilizar el pudor y el respeto de un hijo, cuando disimula, esconde o niega, el suicidio de un padre, para atar al O.D.
También expresan con obsesión sus dudas de que ocurriera algo concreto, sobrenatural o carismático el 2 de octubre de 1928; parece como que se esfuerzan en afirmar y demostrar que no ocurrió nada. ¿Cómo puede afirmarse que no ocurrió nada cuando lo que ocurrió es de naturaleza subjetiva, vivenciado por una persona, y aceptado, o no, en la medida en crees la palabra de esa persona? ¿Es realmente tan esencial negarlo todo, condenarlo todo, echar todo por tierra, sin ni siquiera saber las cosas a ciencia cierta? ¿No denota esta actitud un resentimiento irracional, un odio no reconocido? El resentimiento no es liberador, es necesario quitárselo de encima si uno quiere ser suficientemente objetivo como para ser certero en sus acusaciones, y sobretodo, si uno quiere vivir en paz.
Insisto que es necesario denunciar lo que está mal, exigir el respeto a la dignidad humana, atacar el carácter sectario donde ese carácter exista, reparar el daño cometido... Pero no se puede perder la objetividad, el buen hacer, la humanidad...
Y es normal que un hijo oculte el suicidio de su padre si así le sale del alma, y en dicha ocultación probablemente no existe ninguna estrategia manipulativa, sinó puramente amor filial. Y eso hay que respetarlo.
Y ciertos comentarios que hicieron sobre el bullying que provocó no hace mucho la muerte de una niña no fueron justos ni acertados, e indican muy poca profundida y muy poca objetividad en las reflexiones.
Hay que combatir el mal, pero no convertir tu propia existencia en un ataque irracional hacia todo y todos, porque esa falta de objetividad va en contra de tus propios objetivos.
Eso fue lo que escribí en un comentario de su chat, porque realmente es lo que pienso. Y ya salió alguién diciendo que soy del O.D aunque lo niegue. Pues no lo soy, en más de una ocasión he condenado su forma de actuar y he manifestado unas ideas claramente diferenciadas; pero respeto y respetaré a quien quiera serlo, y no le voy a considerar un demonio por ser diferente a mi, o por ver la vida bajo un prisma diferente.
PRISCILIANO